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“Este Palacio es un Monumento Histórico Nacional y al mismo tiempo un edificio vivo" Vanina
Actualizado: 31 oct 2022
¿Quiénes hacemos la casa?

Hace 17 años, Vanina Pastori, comenzaba a trabajar en la Legislatura realizando diversas tareas y colaborando con diferentes diputados/as. En 2016 pasó de lo Parlamentario a lo Administrativo para encarar un nuevo desafío, ser Directora General de Patrimonio.
Sus días se dividen entre las dos áreas de la Dirección—Registro de Inventario, que se encarga de llevar el registro patrimonial de los bienes afectados a la Legislatura y el área de Conservación, que propone medidas y estrategias para el cuidado, la preservación y la restauración de los bienes culturales y del propio Palacio—.
En Patrimonio se han restaurado alrededor de quince obras entre pinturas, acuarelas, dibujos, y cinco esculturas, además de otras acciones como la restauración de los sillones y escritorio usados por Eva Perón, la desinsectación de cincuenta y seis piezas de mobiliario histórico y la creación junto con el Museo de la Legislatura de la Galería de los Bustos.
Tuvimos el placer de entrevistarla y conocer un poco más sobre ella y su trabajo:
¿Cómo fueron tus inicios en Patrimonio? ¿Cómo es ahora?
Llegué a Patrimonio desde un despacho, venía de la parte Parlamentaria y pase a la Administrativa. En este cambio tuve que aprender muchas cosas, desde entender a mi equipo, aprender todo el circuito de restauración, leer toda la normativa e interiorizarme con todos los procedimientos. Trabajar en Patrimonio hizo que cambie rotundamente mi mirada sobre el Palacio, tomé conciencia del valor y del esfuerzo que lleva su conservación. Fue un gran desafío y con el que estoy muy contenta. Ahora, mi trabajo consiste básicamente en coordinar los equipos de las áreas, distribuir tareas, supervisarlas y ser el nexo entre la Dirección y la Dirección General de Asuntos Culturales y Patrimoniales. Mis días se dividen entre las dos áreas —Registro de Inventario y Conservación—, reuniones de equipo, seguimiento de temas, expedientes, atención al público y planificación.
¿Qué es lo que más te gusta de trabajar en patrimonio?
No puedo elegir algo en particular. Si bien la vida diaria no está libre de trabas y frustraciones, me gusta todo lo que hago, desde la planificación, el manejo y procesamiento de datos, los relevamientos, las investigaciones y los procesos de restauración. Disfruto de aprender cosas nuevas como cuando me tocó editar contenido para las publicaciones o los videos que lanzamos en el marco de los festejos de los 90 años de la casa.
Mi trabajo también está muy ligado al cumplimiento de normas y reglas, procedimientos, circuitos y conceptos con los que me siento muy cómoda.
¿Cuáles son los desafíos de este trabajo?
Creo que el mayor desafío de mi trabajo está en su propia esencia. Estamos hablando de una casa política, con todo lo que ello implica. Este Palacio es un Monumento Histórico Nacional y al mismo tiempo un edificio vivo. No es un museo donde es sencillo controlar todas las variables necesarias para preservar y conservar las colecciones. Es difícil y complejo encontrar el equilibrio entre la conservación de los bienes culturales y el ingreso e interacción constante de personal y ciudadanos.
Es frecuente que algunas acciones o actividades entren en conflicto con las estrategias de conservación y, en ese sentido, nuestro norte es crear conciencia sobre lo efímero de nuestro paso por este lugar, la importancia de cuidar nuestro lugar de trabajo, entender que un cartel o el gusto personal no pueden estar por encima de nuestra identidad colectiva. Nunca 15 minutos pueden tener más relevancia que 91 años de historia.
¿Me podés contar sobre un proyecto desafiante?
Hasta ahora el proyecto que más desafíos nos planteó fue el de restauración de esculturas. En 2018 pudimos armar un equipo de restauración propio con profesionales. Se nos brindó el espacio y los insumos necesarios para intervenir las obras in situ. Por primera vez las obras iban a ser intervenidas por personal propio. El proyecto consistió en la puesta en valor de 11 esculturas de yeso, mármol y cemento. Los tratamientos de dos de ellas están registrados en la Quinta Edición del libro Patrimonio Arquitectónico – Patrimonio Artístico.
¿Qué tipo de obras se restauran en el Palacio? ¿Cuáles son los estándares de calidad al restaurar obras? ¿Cómo es el proceso?
A partir de 2004 existe un convenio entre la Legislatura, la Universidad de San Martín y el Taller de Restauración del Instituto de Investigaciones sobre el Patrimonio Cultural para que las pinturas que necesiten tratamiento sean intervenidas por terceros. Desde entonces, se han restaurado más de 15 obras. Hoy están en el taller las últimas 4 de un lote de 12 que estaban en estado crítico de conservación, entre las que se encuentra “Actividad en la Boca”, de Quinquela Martín y los dibujos con los que Héctor Ayerza ganó el concurso para la construcción de este edificio.
Respecto al proceso, para dar contexto. En conservación existen dos formas de intervenir: una indirecta, que es la conservación preventiva (donde evitamos y/o retrasamos los efectos de los agentes de deterioro, como puede ser la humedad), y otra directa, sobre el bien, como es la restauración.
Es importante destacar que cuando hablamos de restauración, eso implica un proceso, que consta de varias etapas o fases con distintos procedimientos. Como cada obra es distinta, podríamos decir que en una intervención se siguen ciertos pasos: estudio histórico artístico, documentación fotográfica (cómo era, en qué condiciones se encuentra); el estado de conservación (cuáles son y dónde se encuentran los deterioros), análisis técnicos y ensayos preliminares (de qué está hecha la obra, tiene intervenciones previas). Luego, la intervención en sí misma, que dependiendo de la pieza puede resultar más o menos compleja y conlleva más o menos pasos.
Cada uno de estos pasos se registra fotográficamente y la información de todo el proceso se vuelca en un informe técnico que queda como registro de los aspectos materiales, históricos y estéticos que sirvieron de fundamento para la evaluación y el diagnóstico, y como plataforma para la determinación de criterios para su conservación y eventuales futuras intervenciones.
¿Por qué es tan importante a nivel cultural mantener en buen estado las obras?
Antes hablamos de los pasos para la máxima conservación y en este sentido, el respeto al original es lo que subyace a todo. Y no es capricho. Cada obra es la manifestación física, material, de una idea. La elección de los materiales, el soporte, los colores, las formas, etc. no es azarosa. Es resultado, consciente o no, de una intencionalidad. Eso es lo que debemos respetar. Una idea objetivada creada para trascender. Que, además, está en este lugar por alguna razón histórica: ya sea una donación, una compra, un Premio Adquisición, etc. Alguien, en algún momento, por alguna razón, decidió que esa idea materializada estuviera en esta casa. Por eso no da lo mismo que una pieza esté en mal estado de conservación y es tan importante conservar y en última instancia, recuperar el original.
Este es un pequeño fragmento de la trayectoria de Vanina Pastori, Coordinadora de Patrimonio de la Legislatura de Buenos Aires. En esta sección buscamos destacar a los talentos de nuestra casa, figuras que conocen la Legislatura desde hace muchos años y tienen grandes historias que contar, para que todos/as los/as trabajadores/as puedan conocerlos un poco más ¡Gracias Vanina por compartir tu testimonio!